Cómo se transmite el VIH?
Contenido del artículo
- Evaluación del Riesgo
- Caso nº 1
- Caso nº 2
- Caso nº 3
- Algunas palabras acerca del riesgo, el sexo y la culpa
Evaluación del Riesgo
Las preguntas sobre transmisión normalmente no pueden contestarse con afirmaciones extremas, como "Pues eso es siempre riesgoso, o eso no es nada riesgoso". El nivel de riesgo en realidad depende de dos factores, que nos vuelven a llevar al tema de las condiciones para que pueda haber transmisión:
- ¿Cuál es la substancia (fluido) y, puede contener bastante cantidad de VIH para causar infección?
- ¿A qué parte del cuerpo va esa substancia?
Los siguientes son algunos ejemplos de situaciones comunes y de cómo la información acerca de la transmisión puede ayudarle a Ud. a evaluar el riesgo.
Caso nº 1
Un hombre ha tenido sexo oral sin condón con otro hombre. Su compañero no eyaculó en su boca. No sabe si su compañero tiene VIH o no.
¿Se hallaba presente el virus? No lo sabemos, porque no sabemos si el compañero estaba infectado.
¿Había suficiente concentración del virus? No hubo semen. Es posible que haya habido fluido pre-eyaculatorio presentes, lo que indicaría la posibilidad de cierto riesgo.
¿Podría el VIH llegar a la corriente sanguínea? Sólo si hubiera virus y si la persona recibiera suficiente virus en la boca como para infectar las membranas mucosas de la boca, o a través de cortadas o úlceras.
¿Cuál es entonces el nivel de riesgo? Si el compañero sexual no tiene VIH, no hay ningún riesgo. Si el compañero tuviera el VIH, el riesgo sería pequeñísimo pues solo existiría la posibilidad de un contacto con fluido pre-eyaculatorio. Dado que existen pocos casos comprobados de transmisión del VIH a través del sexo oral, el riesgo en esta situación es bajo.
Si el hombre está muy preocupada con el incidente, será muy importante enfatizar que, si bien hay cierto riesgo, ese riesgo es muy pequeño. Si siente de que no había ningún riesgo y que puede continuar practicando sexo oral sin protección, será importante enfatizar que si bien el riesgo es bajo, no debe descartarse totalmente.
Caso nº 2
Una mujer se ha enterado de que un hombre con el que ella se inyectó drogas es ahora VIH positivo. Ellos sólo compartieron agujas una vez. Ella piensa que él se infectó después de que dejaron de verse.
¿Estaba el virus presente? No lo sabemos, porque no sabemos desde cuándo él está infectado.
¿Había suficiente concentración del virus? Sí. Podría haberse transmitido sangre infectada si ambos compartieron la misma aguja.
¿Podría el VIH llegar a la corriente sanguínea? Sí. Al compartir agujas se provee una entrada al torrente sanguíneo para el VIH.
¿Cuál es el nivel de riesgo? El nivel de riesgo podría ser alto si la otra persona ya estuviese infectada en el momento de compartir las agujas.
Es importante que la mujer sepa que compartir agujas es una actividad de alto riesgo.
Caso nº 3
Una mujer está preocupada por la posibilidad de adquirir el VIH de un compañero de trabajo. Ella bebió accidentalmente de su taza o vaso. A ella le parece que él es gay.
¿Estaba el virus presente? No sabemos. No podemos juzgar si una persona está infectada o no por sus preferencias sexuales.
¿Había suficiente concentración? No. Incluso si él estuviera infectado, ella sólo habría estado en contacto con su saliva. La saliva no transmite el VIH.
¿Podría el VIH llegar a la corriente sanguínea? En este caso, esta pregunta es irrelevante por la respuesta a las dos preguntas previas.
¿Cuál es el nivel de riesgo? Ninguno. Ella no puede adquirir el VIH tomando de la misma taza o vaso, aun si él estuviese infectado.
Algunas palabras acerca del riesgo, el sexo y la culpa
Cotidianamente, en nuestra vida diaria, corremos muchos riesgos. Cuando manejamos, cocinamos o subimos por una escalera de mano, siempre hay algún riesgo. En algunos casos, tales como manejar, el riesgo que asumimos es bastante elevado. Sin embargo, en la mayoría de los casos nos comportamos de tal forma que no permitimos que esos riesgos detengan nuestra actividad diaria. En algunos casos podemos reducir el riesgo a través de precauciones tales como el empleo de cinturones de seguridad o guantes antitérmicos, etc.
Cuando se trata del SIDA, sin embargo, la mayoría reacciona ante el posible riesgo de una forma diferente. Algunas personas pueden continuar teniendo relaciones sexuales sin problemas después de haber aprendido cómo protegerse. Pero muchas otras personas se sienten muy asustadas y ansiosas ante la posibilidad de ser contagiadas por el virus aun cuando tengan información sobre el uso de condones y otras medidas de precaución. Es interesante saber que el riesgo de contraer el VIH es muchas veces menor para la persona promedio que el riesgo de morir en un accidente de automóvil o de ser electrocutado por un rayo.
La ansiedad puede estar relacionada con los sentimientos que tenga la gente acerca de la sexualidad y las drogas. Los sentimientos de culpa, por ejemplo, pueden manifestarse como miedo al SIDA. Este miedo es real, pero la gente puede no darse cuenta de que su miedo procede de la angustia que le produce su comportamiento sexual.
Fuente
Fundación AntiSida de San Francisco
http://www.sfaf.org/
Revisado 7 de abril del 2014
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Aviso
La información que usted encontrará en este artículo no pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o transtorno en su salud.
Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico