Prestaciones Sociales en Alemania
El Seguro Médico
Una de las primeras preocupaciones del emigrante que aterriza en Alemania con idea de trabajar es cómo darse de alta en un seguro médico.
El concepto de Seguridad Social nació a nivel mundial precisamente en Alemania, en la época del Canciller Otto Von Bismarck, con la Ley del Seguro de Enfermedad, en 1883, que hacía obligatoria el seguro de salud para los obreros del sector industrial. Hoy el sistema de prestaciones sociales alemán, como el español, se compone de varias partes que cubren las necesidades sanitarias y económicas de los trabajadores. En concreto y según el tipo de seguro existen en Alemana 5 variantes; seguros de pensiones, seguros médicos (incluyen maternidad), seguros de dependencia, seguros de accidente y seguros de desempleo.
En este artículo nos centraremos en los seguros médicos, analizando algunos aspectos del sistema sanitario alemán.
Se distinguen dos tipos de seguros médico; los públicos y los privados.
- Sistema público: asegura al 88% de los residentes en Alemania. Es el sistema "legal", obligatorio para todos los empleados con un salario bruto anual situado entre 4.800€ y 49.500€ (franja salarial fijada para el año 2011)
- Sistema privado: lo han elegido 12% de los residentes en Alemania y lo componen básicamente aquellos asegurados que tienen un sueldo anual inferior o superior a la franja salarial previamente mencionada. Una diferencia sustancial con el sistema español es que no está permitido tener ambos seguros a la vez. Si no estás en la franja "legal" (4.800€ anuales - 49.500€ anuales) puedes decidir si tener un seguro público o tenerlo privado. Asimismo, es bueno saber que si eliges el privado, es casi imposible volver a darte de alta en el sistema público.
En cuanto al sistema público, otra gran diferencia que encontramos es que no hay un solo organismo general que gestione el sistema sanitario como ocurre en España con la Seguridad Social. En su lugar, existen muchas (más de 200) cajas de seguros de salud denominadas “Krankenkassen” en las cuales el empleado se da de alta libremente por lo general según su lugar y sector de actividad laboral. Dichas cajas estan gestionadas como compañías aseguradoras que proporcionan servicios médicos a cambio de dinero. Este aspecto es muy representativo del sistema sanitario alemán, y totalmente distinto de la filosofía de la seguridad social española, donde la asistencia sanitaria prima sobre los beneficios económicos.
Una vez se ha elegido su “Krankenkasse”, se informa a la empresa que nos emplea para que ésta nos de de alta de dicha compañía. Llevar a cabo este proceso es obligación del empleador.
Simplificando un poco, nos encontramos así con esas tres categorías de asegurados sociales en Alemania:
- “Gesetzlich / pflichtversichert": son los trabajadores que han tenido que darse de alta en el sistema público por su franja salarial (4.800-49.500€). Sus cotizaciones, representadas por el impuesto “Krankenversicherung” (15,5% del sueldo bruto sobre una base máxima de 45.000) serán abonadas directamente por su empresa a la Krankenkasse elegida, y la empresa deducirá de sus sueldos brutos la mitad de esta cantidad.
- “Freiwillig versichert": son los trabajadores que ganan un sueldo superior a 49.500€ anuales y que han elegido asegurse en el sistema público. En este caso, la única diferencia con la categoría anterior es que es el trabajador que paga sus cotizaciones directamente a su Krankenkasse, y que la empresa le paga además de su sueldo neto la mitad de esta cantidad.
- “Privat versichert”: son los trabajadores que han optado por el sistema privado. En este caso se tratará para ellos de elegir la mejor aseguradora que les propondrá, tal vez, una mejor relación calidad-precio en cuento a las coberturas que hubieran encontrado en el sistema público.
Una diferencia a señalar, consecuencia de la ausencia de un organismo global que coordine todo el sistema sanitario, es que en Alemania no se designan médicos de cabecera u hospitales a los pacientes; son los mismos pacientes los que deciden el médico al que quieren acudir, pudiendo tener más de un médico de cabecera si así lo desean. Esto es quizá la mayor ventaja del sistema alemán ya que permite una gran libertad para el paciente. Por otro lado limita el seguimiento de un paciente en una enfermedad, ya que no hay comunicación entre médicos o seguros médicos, por lo que un paciente debe llevar su historia clínica. Probablemente se encontrará en situaciones en las que tendrá que repetir una y otra vez el problema que tiene y quizá también, alguna prueba médica.
Otro aspecto significativo del sistema alemán es la existencia del copago y el de la franquicia en los privados.
En los seguros públicos el copago consiste en la obligación del paciente de pagar 10 euros la primera vez que acude a una consulta médica en un trimestre, sea cual sea. Una vez pagada esta cantidad, la consulta proporciona un recibo por el cual se puede acudir a dicha consulta todo el trimestre, teniéndose que volver a pagar otros 10 euros en el siguiente trimestre. Están exentos de copago los pacientes menores de 18 años y los pacientes transferidos por otros médicos a una consulta. Por ejemplo, si un médico de medicina general extiende una derivación a un especialista endocrino, no se ha de volver a pagar la cuota de los 10€. Este sistema de copago disuade a los pacientes de la asistencia masiva a distintos médicos, ya que el importe puede volverse cuantioso, pero no favorece a personas que tienen ingresos realmente bajos y problemas crónicos de salud.
En los seguros privados, el sistema utilizado es el de la franquicia, es decir, se acuerda pagar una cantidad anual a partir de la cual la aseguradora médica se hace cargo de todos los gastos que se produzcan. Dependiendo de dicha cantidad pagada por el asegurado, las cuotas mensuales son mayores o menores.
Una situación muy común para muchos expatriados es la preocupación por no estar asegurado y no encontrar trabajo con la rapidez planeada una vez en Alemania. En esta situación se contempla una posibilidad para todos los ciudadanos pertenecientes a la UE, y es la de darse de alta contratando un seguro voluntario (freiwillige Versicherung). Para solicitarlo se debe presentar información sobre la inscripción en la Seguridad Social del país de origen, concretamente para los españoles el formulario E104, que es un certificado del tiempo cotizado por el trabajador en España. El Código Social, libro V artículo 9 dispone que una persona tiene derecho a un seguro voluntario si ha estado asegurada en el país de origen durante 12 meses antes de darse de baja y si la solicitud se realiza antes de tres meses después de dicha baja en el país de origen. Por ello, es recomendable pedir dicho formulario E104, así como e E119 (formulario para que desempleados y personas en búsqueda de empleo accedan a asistencia sanitaria), si se piensa ir a trabajar fuera, para ir bien preparado.
En cualquier caso es una buena idea pedir la Tarjeta Sanitaria Europea, que es el documento que acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias, desde un punto de vista médico, durante su estancia temporal por motivos de trabajo, estudios o turismo.