Hipertensión arterial durante el embarazo
Si bien la hipertensión arterial durante el embarazo pone en riesgo la salud de la madre y el feto, un buen control médico asegura en la mayoría de los casos embarazos exitosos.
En las mujeres embarazadas que padecen presión arterial elevada ya sea que conocieran previamente o que se enteraran durante su embarazo, es necesario establecer una estrecha vigilancia.
En general estas pacientes se atienden en los "consultorios de alto riesgo", tienen un régimen de consultas más frecuentes, deben controlarse la presión arterial en sus propias casas o con una enfermera, y se las instruye acerca de la importancia de cumplir con las indicaciones del médico y los signos de alarma que justifican una consulta de urgencia.
Para controlar el estado de salud del feto el obstetra solicitará ultrasonidos (ecografías) y controles del ritmo cardíaco fetal.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias para llevar el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo. La presión arterial se mide en números y los valores se expresan en milímetros de mercurio (mm Hg). La medición de la presión arterial incluye el registro de dos valores: la presión arterial máxima o sistólica y la presión arterial mínima o diastólica.
Las cifras normales en adultos son de 120 mm Hg para la "máxima" y 80 mm Hg para la "mínima". Se dice que existe hipertensión arterial cuando estas cifras exceden 140 mm Hg o 90 mm Hg, respectivamente. La hipertensión arterial es una condición que perjudica la salud de todas las personas, jóvenes y adultos, varones y mujeres.
Sin embargo, las embarazadas constituyen un grupo especial de riesgo ya que la hipertensión, en esta etapa, pone en riesgo la vida de la mamá y la del bebé.
Para tener en cuenta:
• La necesidad de recibir tratamiento con medicamentos y qué tipo de medicamento se debe indicar será evaluada en conjunto por el médico obstetra y el médico clínico/cardiólogo.
• En general se recomienda reposo relativo.
• No es recomendable disminuir el contenido de sal en la dieta excepto en aquellas mujeres en quienes desde antes del embarazo una dieta sin sal contribuía al control de su presión arterial.
• El alcohol y el tabaco deben evitarse así como el ejercicio aeróbico.
Hipertensión crónica
Si se trata de mujeres con historia de hipertensión previa al embarazo es fundamental la consulta previa a la concepción.
Cuando la hipertensión arterial se descubre en la primera mitad del embarazo se considera como previa al mismo, o sea hipertensión arterial crónica. Como la presión arterial usualmente disminuye durante ésta etapa, a muchas mujeres que ya eran hipertensas antes el embarazo se les normaliza espontáneamente la presión arterial, y el médico puede llegar a suspenderles transitoriamente la medicación que venían recibiendo.
Si se presenta después de los 42 días del parto, el médico implementará el mismo tratamiento que para cualquier persona con hipertensión arterial crónica.
La hipertensión arterial debería estar controlada antes de concebir un embarazo. En caso contrario es preferible postergar el embarazo hasta lograr un aceptable control de la hipertensión arterial.
Hipertensión gestacional
Es la que se presenta después de la semana 20 de gestación, en una embarazada que no era hipertensa previamente. Si las cifras de presión arterial igualan o superan 160/100 mm Hg se considera que el cuadro es grave y se trata como la preeclampsia. En estas pacientes no está indicada la interrupción del embarazo excepto que el cuadro clínico empeore o se presente alguna complicación que lo justifique.
Preeclampsia-eclampsia
La preeclampsia se presenta en la segunda mitad del embarazo y se define por la presencia de hipertensión arterial y aparición de proteínas en el análisis de orina lo cual indica compromiso (deterioro) de la función del riñón.
Leer Signos y síntomas de la preeclampsia
Esta complicación representa un riesgo para la madre y el niño, quien puede producir retraso de crecimiento por alteraciones en la placenta y sufrimiento fetal.
¿Quiénes están en mayor riesgo de desarrollar preeclampsia?
Se encuentran en esta situación las mujeres con:
• Antecedentes familiares de preeclampsia
• Antecedentes personales de hipertensión crónica, enfermedad renal, diabetes, lupus eritematoso sistémico
• Embarazo múltiple
• Menos de 20 años de edad o más de 35
• Peso superior al normal
• Antecedentes personales de preeclampsia antes de las 32 semanas de gestación
• Enfermedades del embarazo como mola hidatiforme o hidropecía fetal
Si usted se encuentra en alguno de estos grupos, no deje de advertirlo a su médico obstetra; será él quien le indique los estudios necesarios o la derive a un especialista en el tema, en caso de requerirlo.
A continuación le brindamos un listado orientativo de signos de alarma que indican la necesidad de anticipar la consulta con el médico:
• Hinchazón de las manos y pies y a veces la cara (edema)
• Aumento de peso de más de un kilo por semana
• Valores de presión arterial mayores de 140/90 mm Hg
• Dolor de cabeza
• Náuseas y vómitos
• Dolor en el centro del abdomen o en el lado derecho
• Visión de luces de colores (fotopsias)
• Hemorragia vaginal
• Convulsiones (éste es el síntoma que define la eclampsia)
¿Qué hará su médico en el caso de preeclampsia?
Dado que "la cura para la preeclampsia es el parto", si el feto es maduro es muy probable que induzca el nacimiento. Si el feto aún no está maduro para nacer se hace una valoración del estado general de la madre y el feto que se repite cada dos días, cada semana o cada dos semanas hasta que el feto esté lo suficientemente maduro y pueda inducirse el parto.
Si la preeclampsia es leve se indica reposo en cama, control de la PA con fármacos específicos y hacer una dieta con más proteínas de lo normal. Si el caso es más grave y ha superado las 32 a 34 semanas, se puede inducir el parto ya que en esta etapa los bebés prematuros suelen recuperarse bien.
Sin embargo, antes de la inducción, el médico probablemente indique un tratamiento con corticoides que ayudan a acelerar la maduración de los pulmones fetales para reducir el riesgo de los problemas respiratorios habituales de los bebés prematuros.
En algunas ocasiones, la presión arterial continúa aumentando a pesar del tratamiento, o estado de salud se agrava poniendo en riesgo la vida de la futura mamá y la del bebé. Entonces es necesario inducir el nacimiento aunque se trate de un nacimiento prematuro. No tema, el médico sabe cuáles son los riesgos y los beneficios y la realidad es que, en casos así a los bebés les conviene más estar en una sala de cuidados intensivos que permanecer en el útero.
¿Cuál es el riesgo de recurrencia de preeclampsia en futuros embarazos?
El riesgo de preeclampsia es mayor en las mujeres que ya la han padecido en embarazos anteriores.
¿Se puede prevenir la preeclampsia?
En la actualidad no hay manera de prevenirla. Sin embargo, un buen control de la presión arterial disminuye mucho el riesgo.
En términos generales puede decirse que en las embarazas que cumplen con los controles prenatales y las indicaciones de su médico, la hipertensión arterial no provocará complicaciones para ella ni para el feto.
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Autor: Dr. Carlos Muñoz Retana
Actualizado: 31 de Agosto, 2018