Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad autoinmune que provoca parches rojizos, elevados, y con escamas en la piel que se produce cuando las células de la piel suben rápidamente desde su origen por debajo de la superficie de la piel hacia la superficie y se acumulan antes de que tengan la oportunidad de madurar.
Por lo general, en una persona sana este movimiento de las celulas de la piel tarda aproximadamente un mes, pero en la psoriasis puede ocurrir en sólo unos pocos días.
Usualmente afecta a la parte externa de los codos, las rodillas o el cuero cabelludo, aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
La psoriasis se asocia con otros problemas graves de salud, como la diabetes, enfermedades del corazón y la depresión.
La psoriasis no es contagiosa, por lo que no se puede transmitir de persona a persona.
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Causas de la psoriasis
Aunque el proceso no se entiende completamente, se cree que está relacionado a un problema con el sistema inmunológico.
El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo contra las enfermedades e infecciones, pero para las personas con psoriasis, éste ataca a las células sanas de la piel por error.
La psoriasis puede ser hereditaria, aunque el papel exacto que la genética juega en la causa de la psoriasis no es claro.
Muchos síntomas de la psoriasis comienzan o empeoran debido a un evento determinado, conocido como un "disparador".
Los posibles factores desencadenantes de la psoriasis incluyen una lesión en la piel, infecciones de la garganta y el uso de ciertos medicamentos.
El hábito de beber alcohol también parece exacerbar una psoriasis preexistente y la magnitud del consumo de alcohol puede estar relacionado con una mayor incidencia y gravedad de la psoriasis.
La evidencia también muestra que las muertes por causas relacionadas con el alcohol son significativamente más frecuentes en los pacientes con psoriasis.
Los síntomas de la psoriasis
Los signos y síntomas de la psoriasis pueden variar de persona a persona, pero pueden incluir uno o más de los siguientes:
- Manchas rojas de la piel cubierta de escamas blancas
- Piel seca y agrietada que puede sangrar
- Picazón, ardor o dolor
- Uñas engrosadas o con crestas
- Hinchazón y rigidez de las articulaciones
- Las placas de psoriasis pueden variar desde unos pocos puntos de escamas parecidas a la caspa a erupciones que cubren grandes áreas.
Tipos de psoriasis
La psoriasis en placa
La forma más común, la psoriasis en placas provoca, lesiones secas y rojas en la piel (placas) cubiertas con escamas blancas.
Las placas pueden provocar comezón o pueden ser dolorosas y pueden ocurrir en cualquier parte de su cuerpo, incluyendo los genitales y el tejido blando dentro de la boca.
Es posible que tenga sólo unas pocas placas o muchas.
La psoriasis de las uñas
La psoriasis puede afectar a las uñas de manos y pies, causando el crecimiento anormal de la uña y su decoloración.
Las uñas psoriásicas pueden aflojarse y separarse del lecho de la uña (onicolisis). Los casos graves pueden causar que la uña se desmorone.
Psoriasis del cuero cabelludo
La psoriasis en el cuero cabelludo aparece como zonas rojas que pican con escamas de color blanco plateado.
Las áreas rojas o escamosas menudo se extienden más allá de la línea del cabello.
Usted puede notar escamas de piel muerta en el pelo o en los hombros, sobre todo después de rascarse el cuero cabelludo.
La psoriasis en gotas
Este tipo afecta principalmente a adultos jóvenes y niños.
Por lo general se desencadena por una infección bacteriana como la faringitis provocada por una bacteria llamada estreptococo.
Se caracteriza por úlceras pequeñas, con forma de gota de agua en el tronco, brazos, piernas y cuero cabelludo.
Las llagas están cubiertas por una fina escama y no son tan gruesas como las placas típicas.
Es posible que tenga un solo brote que desaparece por sí solo, o puede tener episodios repetidos.
La psoriasis inversa
Principalmente afecta a la piel de las axilas, en la ingle, debajo de los senos y alrededor de los genitales. La psoriasis inversa causa manchas lisas de piel enrojecida e inflamada.
Se ve agravada por la fricción y la sudoración. Las infecciones por hongos pueden desencadenar este tipo de psoriasis.
La psoriasis pustulosa
Esta forma poco común de la psoriasis puede ocurrir en ciertas partes extendidas (psoriasis pustulosa generalizada) o en áreas más pequeñas en sus manos, pies o dedos.
Por lo general, se desarrolla rápidamente, con ampollas llenas de pus que aparecen sólo horas después de que su piel se vuelve roja y sensible.
Las ampollas pueden aparecer y desaparecer con frecuencia.
Psoriasis pustulosa generalizada también puede causar fiebre, escalofríos, picazón severa y diarrea.
La psoriasis eritrodérmica
El tipo menos común de psoriasis, la psoriasis eritrodérmica puede cubrir todo el cuerpo con una erupción roja y descamación que pueden picar o arder intensamente.
Artritis psoriásica
Se caracteriza por piel escamosa, uñas descoloridas y articulaciones hinchadas y dolorosas que son típicos de la artritis.
Los síntomas varían de leves a severos, y la artritis psoriásica puede afectar a cualquier articulación.
Aunque la enfermedad por lo general no es tan agobiante como otras formas de artritis, puede causar rigidez y daño articular progresivo que en los casos más graves puede conducir a la deformidad permanente.
Tratamiento de la psoriasis
Los médicos generalmente tratan la psoriasis en base a la gravedad de la enfermedad, el tamaño de las áreas involucradas, el tipo de psoriasis, donde se encuentra la psoriasis, y la respuesta del paciente a los tratamientos iniciales.
El tratamiento puede incluir:
- Medicamentos aplicados a la piel (tratamiento tópico)
- Tratamiento con luz (fototerapia)
- Medicamentos por vía oral o por inyección (terapia sistémica).
El tratamiento tópico
Los tratamientos aplicados directamente a la piel pueden mejorar su condición. Los médicos encuentran que algunos pacientes responden bien a la pomada o crema de corticosteroides, la vitamina D3, retinoides, alquitrán de hulla o antralina.
Soluciones de baño y lubricantes pueden ser calmante, pero son rara vez lo suficientemente fuerte para mejorar la condición de la piel. Por lo general se combinan con los remedios más fuertes.
Terapia de luz
Luz natural ultravioleta (UV) del sol y la exposición controlada a luz ultravioleta artificial se utilizan en el tratamiento de la psoriasis.
Es importante que la terapia de luz será administrado por un médico.
Pasar tiempo en el sol o una cama de bronceado pueden causar daños en la piel, aumentar el riesgo de cáncer de piel y empeorar los síntomas.
Tratamiento sistémico
Para formas más graves de psoriasis, los médicos a veces recetan medicamentos que se toman internamente en pastillas o inyecciones.
Metotrexato
Este medicamento retarda la renovación celular por la supresión del sistema inmune. Puede tomarse en forma oral o aplicarse por inyección.
Los pacientes que toman metotrexato deben ser monitoreados mediante exámenes de sangre periódicos, ya que puede causar daños en el hígado y/o disminuir la producción de células que transportan oxígeno (glóbulos rojos); los glóbulos blancos que combaten las infecciones y las plaquetas que se encargan de la coagulación de la sangre.
Retinoides
Los retinoides orales son compuestos con propiedades similares a la vitamina A que se pueden prescribir para los casos graves de psoriasis que no responden a otras terapias.
Debido a que estos medicamentos también pueden causar defectos de nacimiento, las mujeres deben protegerse de un embarazo utilizando un método anticonceptivo seguro.
Ciclosporina
La ciclosporina, tomada vía oral, actúa suprimiendo el sistema inmune para reducir el rápido recambio de las células de la piel.
Puede proporcionar un alivio rápido de los síntomas, pero la mejora se detiene cuando se interrumpe el tratamiento.
La ciclosporina puede deteriorar la función renal o causar presión arterial alta (hipertensión).
Por lo tanto, los pacientes deben ser monitorizados cuidadosamente por un médico.
Modificadores de la respuesta biológica
Los medicamentos biológicos se producen de las proteínas producidas por las células en lugar de utilizar productos químicos.
Actúan interfiriendo con los procesos específicos del sistema inmune que provocan la sobreproducción de células de la piel y la inflamación.
Estos medicamentos se utilizan en forma de inyectables. Los pacientes que toman estos tratamientos deben ser supervisados cuidadosamente por un médico.
Debido a que estos medicamentos inhiben la respuesta del sistema inmune, los pacientes que los toman tienen un mayor riesgo de infección; también pueden interferir con la aplicación de vacunas.
Además, algunos de estos medicamentos se han asociado con otras enfermedades, como los trastornos del sistema nervioso central, enfermedades de la sangre, el cáncer y linfoma. Aunque su papel en el desarrollo o su contribución a estas enfermedades todavía no se entiende.
Terapia de combinación
La combinación de varios tratamientos tópicos, fototerapia y sistémicos a menudo permite dosis más bajas de cada uno y puede dar lugar a una mayor eficacia.
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Autor: Dr. Carlos Muñoz Retana
Actualizado: 6 de Septiembre, 2018
