Extasis
La MDMA (3-4 metilenedioximetanfetamina) es una droga sintética psicoactiva químicamente similar al estimulante metanfetamina y al alucinógeno mezcalina.
Los nombres callejeros para la MDMA incluyen éxtasis, Adán, XTC, droga del abrazo, frijoles, y droga del amor.
Se estima que en los Estados Unidos en el 2003, alrededor de 470.000 personas mayores de 12 años usaron MDMA en los 30 días anteriores a la fecha en que fueron encuestados, una disminución importante en comparación con el 2002.*
Las investigaciones en los animales indican que la MDMA es neurotóxica; si lo es o no en humanos es, en la actualidad, una área de investigación intensa. La MDMA también puede ser peligrosa a la salud y, en rara ocasión, puede ser mortal.
La MDMA ejerce sus efectos primarios sobre las neuronas en el cerebro que usan el químico serotonina para comunicarse con otras neuronas. El sistema de la serotonina juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo, la agresión, la actividad sexual, el sueño, y la sensibilidad al dolor.
Peligros para la salud
Efectos cognitivos
Los usuarios crónicos de la MDMA tienen un rendimiento por debajo de los que no usan MDMA en ciertos tipos de tareas cognitivas o que involucran la memoria. Algunos de estos efectos pueden ser debidos, entre otros factores, al uso de otras drogas en combinación con la MDMA.
Efectos físicos
En dosis altas, la MDMA puede interferir con la habilidad del cuerpo para regular la temperatura. Esto puede llevar a un aumento drástico en la temperatura corporal (hipertermia), resultando en una falla hepática, renal y del sistema cardiovascular.
Debido a que la MDMA puede interferir con su propio metabolismo (o sea, su digestión en el propio cuerpo), se pueden alcanzar niveles potencialmente dañinos de la droga si ésta se usa en forma repetida durante intervalos cortos de tiempo.
Los usuarios de MDMA se enfrentan a muchos de los mismos riesgos que tienen los usuarios de otros estimulantes tales como la cocaína y las anfetaminas. Estos incluyen aumentos en la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que es especialmente riesgoso en personas con problemas circulatorios o enfermedades del corazón, así como otros síntomas incluyendo tensión muscular, apretamiento involuntario de los dientes, nausea, visión borrosa, desmayo, y escalofríos o sudor.
Efectos psicológicos
Estos pueden incluir confusión, depresión, problemas para dormir, deseo vehemente por consumir la droga, y ansiedad severa. Estos problemas pueden ocurrir al momento de usar la MDMA y a veces hasta varios días o semanas después.
Neurotoxicidad
Las investigaciones en los animales vinculan la exposición a la MDMA con daño a largo plazo a las neuronas involucradas en el estado de ánimo, el pensamiento y el juicio. Un estudio con primates no humanos muestra que haber sido expuesto a la MDMA por sólo 4 días causa daño a las terminales nerviosas de la serotonina que son evidentes 6 ó 7 años después. Aunque no se ha logrado mostrar una neurotoxicidad similar en los humanos, las investigaciones extensas realizadas en animales que demuestran las propiedades dañinas de la MDMA sugieren que no es una droga segura para el consumo humano.
Riesgo escondido: pureza de la droga
A veces se venden como "éxtasis" otras drogas químicamente similares a la MDMA, como la MDA (metilenedioxianfetamina, el fármaco originario de la MDMA), y la PMA (parametoxianfetamina, fármaco asociado con varias muertes en los Estados Unidos y Australia). Estas drogas pueden ser neurotóxicas o crear riesgos adicionales a la salud del usuario de MDMA. De igual manera, las tabletas de éxtasis pueden contener otras sustancias además de la MDMA, como la efedrina (un estimulante); el dextrometorfano (DXM, un supresor de la tos que tiene efectos parecidos a la PCP en dosis altas); la ketamina (un anestésico usado principalmente por los veterinarios, que también tiene efectos parecidos a la PCP); la cafeína; la cocaína; y la metanfetamina. Mientras que la combinación de la MDMA con una o más de estas drogas es inherentemente peligrosa, existe la posibilidad de que los usuarios también la combinen con otras sustancias como la marihuana y el alcohol, lo que aumentaría aún más su riesgo físico.