Anuncios

Confinamiento por COVID-19 en personas con la Enfermedad de Alzheimer

old woman with covid-19 and alzheimer

Estamos viviendo una situación sin precedentes, la pandemia generada por el COVID-19 requiere de medidas extremas que permitan contener la propagación y evitar que nuestro sistema de salud colapse, evitando así consecuencias importantes en la salud de la población.

Anuncios

Es por esto que las autoridades han decretado un estado de emergencia nacional que impone el distanciamiento social, el quedarse en casa y la protección a los colectivos más vulnerables como una medida de acatamiento obligatorio.

Estas indicaciones no son una opción, son medidas que debemos acatar, por autoprotección, por responsabilidad social, por solidaridad y por sentido común.

Las personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias se incluyen en este colectivo, y nos resulta de alto valor poder dar recomendaciones que bajo la tensa situación que todos vivimos, puedan resultar de ayuda.

El aislamiento social al que debemos someternos puede generar efectos negativos en nuestro estado de ánimo, control de emociones y comportamiento, y esto aplica para todos, para los cuidadores y para las personas que tienen una condición de Demencia, recordemos que existen muchas maneras de comunicar, y cuando estamos bajo tensión nuestro lenguaje corporal, tono de voz y expresión facial, por citar algunos trasmiten a la persona con demencia esa condición y ellos también generan emociones negativas como las que nosotros experimentamos.

¿Por qué el confinamiento y aislamiento social nos afecta?

  • En primera instancia porque estamos confinados a razón de un estado de incertidumbre que no hemos vivido antes, y ante el cual no tenemos antecedentes para saber cómo se va a desarrollar, esto genera confusión, miedo y en muchos casos emociones negativas, normales de experimentar.
     
  • Otro aspecto importante es que las personas somos seres sociales, nuestra interacción con otros es una necesidad básica que debemos cubrir, le evidencia es clara, la interacción con personas nos genera liberación de hormonas que dan sensación de bienestar, protección y felicidad, como el caso de la oxitocina.

    Las relaciones sociales pobres generan incluso disminución del tamaño de áreas cerebrales que son determinantes para controlar emociones y sentirnos bien. Entonces, esta disminución en nuestras interacciones tiene un impacto de gran importancia, que debemos buscar cómo paliar.
     
  • Finalmente, tenemos rutinas y ocupaciones que deben relegarse en este momento, y esto hace que tengamos tiempo de más que no parece “disfrutable” y esto da una sensación de pérdida de libertad.

Recomendaciones Generales

  • Entender la situación: comprender lo que está pasando, las implicaciones individuales y colectivas nos permite aceptar con más tranquilidad la realidad que vivimos y predisponernos para poner en marcha estrategias que lo hagan más llevadero.

    Para lograr esto es importante informarse, pero seleccionando bien la fuente de donde vamos a obtener la información, y sobre todo limitando la exposición a medios de comunicación, la sobreexposición a las noticias aumenta la sensación de miedo y genera más ansiedad.

    Debemos considerar que muchas veces es necesario dar una explicación adaptada a la persona con demencia de porqué no podemos salir o recibir visitas, información que deberá adecuarse a la capacidad cognitiva de la persona afectada.
     
  • Mantener Rutinas: Las personas con Enfermedad de Alzheimer se ven beneficiadas con algunas directrices como horarios y rutinas, pero en este momento que estamos confinados, no es posible que podamos cumplir con algunas de ellas, como ir al centro diurno, dar un paseo o recibir algún familiar o amigo.

    Por lo tanto necesitamos crear nuevas rutinas, ya que esto le proveerá a la persona enferma un marco de referencia y a los cuidadores les puede servir como una guía para evitar verse colapsados por el estrés que la situación puede generar.

    Por ejemplo, se puede hacer una nueva planificación del día a día, adaptado a la casa, y en donde se incluyan actividades a realizar en la Mañana, Tarde y Noche, e incluyendo en esta planificación un protocolo de limpieza que brinde seguridad a todos.
     
  • Mantener contacto social; aunque no podemos interactuar con las personas con las mismas condiciones que teníamos de previo, actualmente contamos con teléfonos, computadoras  e incluso ventanas que nos permiten mantener ese vínculo tan importante como es el contacto social, aunque con otras condiciones, sigue siendo importante que hablemos e intercambiemos ideas.
     
  • Metas; definir objetivos para cumplir cada día puede ayudar a que nos sintamos bien con nosotros mismos. Quizá es un buen momento para hacer el ejercicio que jamás hacemos o para aprender alguna técnica de meditación, lo importante es que tengamos en mente una meta positiva que motive nuestro día a día.
     
  • Actitud positiva y buen sentido del humor: Cuando nos reímos, nuestro cerebro libera sustancias que nos dan una hermosa sensación de felicidad y bienestar, así que en lugar de estar pegado a la noticia sobre el coronavirus las 24 horas incluya algún programa que le cause risa, o recuerde y cuente chistes, el ejercicio sirve para la memoria, y le mejora el ánimo.

    Recuerde que los pensamientos negativos generan emociones de la misma naturaleza, tenga en mente que este es un momento que como todos, ha de pasar.

Anuncios


Por último, pero no menos importante, es recordar que el cuidador estará expuesto a presiones que pueden ser desbordantes, por eso, ahora más que nunca, debemos buscar formas alternativas para desahogarnos, buscar espacios para uno mismo y recurrir a ejercicios o estrategias que nos permitan mejorar el estrés, es el mejor momento de cuidarnos para cuidar.

.

Autor: Dra. Erika Salazar

​Actualizado: 18 de Mayo, 2020

Anuncios