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Cáncer de Tiroides

El cáncer de la tiroides es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la glándula tiroides.

La tiroidea es una glándula en la base de la garganta, cerca de la tráquea. Tiene forma de mariposa, con un lóbulo derecho y un lóbulo izquierdo. El istmo, un trozo delgado de tejido, conecta los dos lóbulos. Una tiroides saludable es un poco más grande que una moneda de un cuarto de dólar. Por lo general, no puede palparse a través de la piel. La tiroides usa yodo, un mineral que se encuentra en algunos alimentos y en la sal yodada, para ayudarla a elaborar varias hormonas. Las hormonas tiroideas cumplen las siguientes funciones:

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  • Controlan la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y la rapidez con la que los alimentos se transforma en energía (metabolismo).
  • Controlan la cantidad de calcio en la sangre.

Hay cuatro tipos principales de cáncer de tiroides:

  • Cáncer de tiroides papilar: el tipo más común de cáncer de tiroides.
  • Cáncer de tiroides folicular. El carcinoma de células de Hürthle es una forma de cáncer de tiroides folicular y se trata de la misma manera.
  • Cáncer de tiroides medular.
  • Cáncer de tiroides anaplásico.

 

La edad y la exposición a la radiación pueden afectar el riesgo de contraer cáncer de la tiroides.

Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a contraer cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que no se va a contraer cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo deben consultar el tema con su médico. Entre los factores de riesgo de cáncer de tiroides se incluyen los siguientes:

  • Tener entre 25 y 65 años de edad.
  • Ser mujer.
  • Haber estado expuesto a radiación en la cabeza y el cuello en la niñez o haber estado expuesto a radiación atómica. El cáncer se puede presentar tan temprano como cinco años después de la exposición.
  • Tener antecedentes de bocio (agrandamiento de la tiroides).
  • Tener antecedentes familiares de enfermedad tiroidea o cáncer de la tiroides.
  • Padecer de ciertas afecciones genéticas, como carcinoma de tiroides medular familiar (CTMF), síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2A y síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2B.
  • Ser de raza asiática.

Entre los signos posibles de cáncer de la tiroides se incluyen una hinchazón o una masa en el cuello.

El cáncer de la tiroides puede no causar síntomas tempranos. A veces se encuentra durante un examen físico de rutina. Los síntomas se pueden presentar cuando el tumor aumenta de tamaño. Otras afecciones pueden causar los mismos síntomas. Se debe consultar con un médico si se presenta alguno de los siguientes problemas:

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  • Una masa en el cuello.
  • Dificultad para respirar.
  • Dificultad para tragar.
  • Ronquera.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de la tiroides, se utilizan pruebas para examinar la tiroides, el cuello y la sangre.

Se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar los signos generales de salud, incluso los signos de enfermedad, como masas o hinchazón del cuello, la laringe y los ganglios linfáticos, y cualquier otra cosa que no parezca habitual. También se anotan los antecedentes de los hábitos de salud, y las enfermedades y tratamientos anteriores del paciente.
  • Laringoscopia: procedimiento mediante el cual el médico examina la laringe con un espejo o un laringoscopio Un laringoscopio es un instrumento con forma de tubo delgado con una luz y una lente para observar. Un tumor de la tiroides puede apretar las cuerdas vocales. La laringoscopia se realiza para determinar si las cuerdas vocales se mueven normalmente.
  • Estudios de las hormonas en la sangre: procedimiento en el que se observa una muestra de sangre para medir la cantidad de ciertas hormonas que los órganos y tejidos del cuerpo liberan a la sangre. Una cantidad anormal (más alta o más baja que la normal) de una sustancia puede ser un signo de enfermedad en el órgano o tejido que la elabora. Se debe verificar si la sangre contiene concentraciones anormales de hormona estimulante de la tiroides (HET). La hipófisis en el cerebro elabora la HET, que estimula la liberación de la hormona tiroidea y controla la rapidez con que crecen las células foliculares de la tiroides. También se puede verificar si la sangre contiene concentraciones altas de la hormona calcitonina.
  • Estudios de la química de la sangre: procedimiento mediante el que se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la sangre por los órganos y tejidos del cuerpo. Una cantidad anormal (mayor o menor que lo normal) de una sustancia puede ser signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la elabora.
  • Exploración con yodo radiactivo: procedimiento usado para encontrar áreas del cuerpo donde las células del cáncer de tiroides se multiplican rápidamente. Se usa yodo radiactivo porque solo las células tiroideas lo pueden absorber. Se ingiere una pequeña cantidad de yodo radiactivo que se desplaza por la sangre y se acumula en el tejido de la tiroides y en las células del cáncer de tiroides en cualquier lugar del cuerpo. Las células tiroideas anormales absorben menos yodo que el tejido tiroideo normal. Las áreas que no absorben el yodo normalmente (nódulos fríos) se ven más pálidas en la imagen producida por el escáner. Los nódulos fríos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos. En consecuencia, se realiza una biopsia para determinar si son cancerosos.
  • Ecografía: procedimiento por el cual se hacen rebotar ondas sonoras de alta energía (ultrasónicas) en tejidos u órganos internos y se crean ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos corporales que se llama sonograma. La imagen se puede imprimir para observarla más tarde. Este procedimiento puede mostrar el tamaño de un tumor de la tiroides y si este es sólido o un quiste lleno de líquido. Se puede usar la ecografía para guiar una biopsia por aspiración con aguja fina.
  • Exploración por TC (exploración por TAC): procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere, a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen más claramente. Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía computarizada o tomografía axial computarizada.
  • IRM (imágenes por resonancia magnética): procedimiento en el que usa un imán, ondas de radio y una computadora para crear imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
  • Exploración por TEP (exploración por tomografía por emisión de positrones): procedimiento para encontrar células de tumores malignos en el cuerpo. Se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. El explorador TEP rota alrededor del cuerpo y toma una imagen de los lugares del cuerpo que utilizan la glucosa. Las células de tumores malignos tienen aspecto más brillante en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
  • Biopsia por aspiración con aguja fina de la tiroides: extracción de tejido de la tiroides mediante una aguja fina. La aguja se inserta a través de la piel hasta la tiroides. Se extraen varias muestras de tejido de diferentes partes de la tiroides. Un patólogo observa las muestras de tejido bajo un microscopio para verificar si hay células cancerosas. Debido a que puede ser difícil diagnosticar el tipo de cáncer de tiroides, los pacientes deben solicitar que un patólogo con experiencia en el diagnóstico del cáncer de tiroides examine las muestras de biopsia.
  • Biopsia quirúrgica: extracción del nódulo de la tiroides o de un lóbulo de la tiroides durante una cirugía para que un patólogo pueda observar las células y tejidos bajo un microscopio, y verificar si hay signos de cáncer. Debido a que puede ser difícil diagnosticar el tipo de cáncer de tiroides, los pacientes deben solicitar que un patólogo con experiencia en el diagnóstico del cáncer de tiroides examine las muestras de biopsia.

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (probabilidad de recuperación) depende de los siguientes aspectos:

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  • Edad del paciente.
  • Tipo de cáncer de tiroides.
  • Estadio del cáncer.
  • Estado general de salud del paciente.
  • Si el paciente padece de síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2B (NEM 2B).
  • Si el cáncer recién se diagnosticó o recidivó (volvió).

Fuente
Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos
http://www.cancer.gov

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