Cuáles son los 10 mitos del sueño ?
Mito 1: durante El sueño su cuerpo y cerebro se apagan para descansar y relajarse
No hay evidencia que muestre que algún órgano principal (incluyendo el cerebro) o sistema de regulación del cuerpo se apage durante el sueño.
Algunos procesos fisiológicos en realidad se vuelven más activos durante el sueño. Por ejemplo, se potencia la secreción de ciertas hormonas y aumenta la actividad de las vías en el cerebro vinculadas al aprendizaje y la memoria.
Mito 2: Dormir 1 hora menos de lo necesario por noche no tendrá ningún efecto en su funcionamiento durante el día.
Esta falta de sueño no lo hará sentirse notablemente somnoliento durante el día. Pero incluso un poco menos de sueño puede afectar su capacidad para pensar correctamente y responder rápidamente y puede poner en peligro su salud cardiovascular y equilibrio de la energía, así como la capacidad de su cuerpo para combatir las infecciones, sobre todo si la falta de sueño continúa.
Si usted constantemente no duerme lo suficiente, una deuda de sueño se acumula que nunca se puede compensar. Esta deuda de sueño afecta su salud y calidad de vida y le hace sentirse cansado durante el día.
Mito 3: Su cuerpo se adapta rápidamente a diferentes horarios de sueño.
Su reloj biológico le hace más alerta durante el día y menos alerta en la noche. Por lo tanto incluso si usted trabaja el turno nocturno, naturalmente sentira sueño cuando llega la noche.
La mayoría de las personas pueden restablecer su reloj biológico, pero sólo por tiempos programados, y aún así, por 1-2 horas por día en el mejor de los casos.
En consecuencia, puede tardar más de una semana en adaptarse a un cambio sustancial en su ciclo de sueño-vigilia. Por ejemplo cuando viaja a través de varias zonas horarias o cambia de turno de día al turno de noche en el trabajo.
Mito 4: Las personas necesitan dormir menos a medida que envejecen.
Las personas mayores no necesitan dormir menos, pero pueden dormir menos o encontrar su sueño menos reconfortante. Esto se debe a que a medida que las personas envejecen la calidad del sueño cambia.
Las personas mayores también son más propensas a tener insomnio u otras condiciones médicas que interrumpen su sueño.
Mito 5: el sueño excesivo por una noche puede curar los problemas de fatiga diurna excesiva.
No sólo es la cantidad de sueño importante, sino también la calidad del sueño.
Algunas personas duermen de 8 o 9 horas por noche, pero no se sienten bien descansadas cuando se despiertan, porque la calidad de su sueño es pobre.
Una serie de trastornos del sueño y otras condiciones médicas afectan la calidad del sueño. Dormir más no va a disminuir la somnolencia diurna que causan estos trastornos o afecciones. Sin embargo, muchos de estos trastornos o afecciones se pueden tratar de manera efectiva con cambios en el comportamiento o con terapias médicas.
Además una noche de sueño excesivo no puede corregir varias noches de sueño inadecuado.
Mito 6: Usted puede recuperar el sueño perdido durante la semana al dormir más los fines de semana.
Aunque este patrón de sueño le ayudará a sentirse más descansado, no va a compensar por completo la falta de sueño. Tampoco compensará por problemas en su funcionamiento durante la semana o los problemas físicos que pueden resultar de no dormir lo suficiente.
Además, dormir más tarde los fines de semana puede afectar a su reloj biológico, por lo que será mucho más difícil ir a dormir en el momento adecuado el domingo por la noche y levantarse temprano el lunes por la mañana.
Mito 7: Las siestas son una pérdida de tiempo.
Aunque las siestas no son un sustituto para una buena noche de sueño, pueden ser restaurativas y ayudan a contrarrestar algunos de los efectos de no dormir lo suficiente por la noche.
Evite tomar siestas después de las 3 de la tarde, especialmente si usted tiene problemas para conciliar el sueño por la noche. Además, limite sus siestas a no más de 20 minutos, porque siestas más largas harán que le sea más difícil despertarse y volver a alcanzar el ritmo de sus actividades.
Si usted toma más de una o dos siestas planificadas o no planificadas durante el día, usted puede tener un trastorno del sueño que debe ser tratado.
Mito 8: El ronquido es una parte normal del sueño.
Roncar durante el sueño es común, especialmente a medida que la persona envejece.
La evidencia de que roncar de forma regular puede hacer a una persona sentirse somnolienta durante el día y aumentar el riesgo de diabetes y enfermedades del corazón aumenta.
Además, algunos estudios vinculan los ronquidos frecuentes a los problemas de comportamiento y pobre rendimiento escolar en los niños.
Los ronquidos fuertes y frecuentes también pueden ser una señal de apnea del sueño, un trastorno del sueño grave que debe ser evaluado y tratado.
Mito 9: Los niños que no duermen lo suficiente por la noche mostrarán signos de somnolencia durante el día.
A diferencia de los adultos, los niños que no duermen lo suficiente durante la noche por lo general se vuelven hiperactivos, irritables y desatentos durante el día.
Ellos también tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones y problemas de comportamiento, y su crecimiento podría verse afectado.
La falta de sueño parece ser bastante común en la infancia y puede ser mal diagnosticado como un trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Mito 10: La principal causa del insomnio es la preocupación.
Aunque la preocupación o el estrés pueden provocar un pequeño ataque de insomnio, la incapacidad persistente para conciliar el sueño o permanecer dormido durante la noche puede ser causada por una serie de otros factores.
Ciertos medicamentos y trastornos del sueño pueden mantenerle despierto durante la noche.
Otras causas comunes de insomnio son la depresión, los trastornos de ansiedad, el asma, la artritis y otras condiciones médicas con síntomas que tienden a ser un problema por la noche.
Algunas personas que tienen insomnio crónico también parecen estar más "aceleradas" de lo normal, por lo que es más difícil para ellas dormir.
Fuente
- Your guide to healthy sleep
U.S Department of Health and Human Services
http://nhlbi.gov
Geosalud, 02 de enero del 2015