Beneficios de la dieta vegetariana
Ser vegetariano significa no comer producto animal alguno, incluyendo todo tipo de pescado o aves. Los vegetarianos que consumen huevo y leche o sus derivados se denominan “ovo-lacto-vegetarianos” (ovo=huevo, lacto= leche).
Quienes evitan por completo todo producto de origen animal se llaman vegetarianos puros o “veganos.”
Las dietas vegetarianas pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y tratamiento de ciertas condiciones de salud, incluyendo la aterosclerosis, la diabetes tipo 2, la hipertensión y la obesidad.
Las dietas vegetarianas se asocian con un menor riesgo de enfermedad isquémica del corazón, la hipertensión, la diabetes tipo 2, la obesidad, y algunos tipos de cáncer.
Además, las dietas vegetarianas bajas en grasa, en combinación con otros factores de estilo de vida saludables, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de estas enfermedades.
La baja ingesta de alimentos que contienen grasas saturadas y colesterol, y alto consumo de verduras, frutas, granos enteros, vegetales verdes, frutos secos y semillas, y productos de soya que son ricos en fibra y antioxidantes son componentes de una dieta vegetariana que contribuyen a la reducción de las enfermedades crónicas.
La prevención del cáncer
La dieta vegetariana previene el cáncer. Muchos estudios muestran que los vegetarianos tienen un riesgo cincuenta por ciento menor de morir de cáncer que los no-vegetarianos.
De forma similar, el número de casos de cáncer de mama es mucho menor en países como China, donde se la dieta se basa en el consumo de vegetales.
Es interesante que las mujeres japonesas que comen una dieta no vegetariana, en vez de su dieta tradicional, tengan ocho veces mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Los vegetarianos son también menos afectados por el cáncer de colon. Lo que se come del animal casi siempre es alto en grasa y muy bajo en fibra.
La carne y productos lácteos contribuyen a muchos tipos de cáncer, incluyendo los de colon, mama, próstata y otros órganos.
El cáncer de colon ha sido directamente asociado al consumo de carne.
Las dietas ricas en grasa estimulan la producción de estrógenos, en particular de estradiol, altos niveles del cual se asocian al cáncer de mama.
Un estudio reciente demostró la asociación entre el consumo de productos lácteos y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
Los vegetarianos evitan la grasa animal—asociada al cáncer —y consumen mucha fibra y vitaminas, factores preventivos de esta enfermedad.
Prevencion de las enfermedades del corazón
La dieta vegetariana previene también las enfermedades cardíacas. La carne es la fuente principal de grasa saturada y fuente de colesterol en la dieta. Los vegetarianos evitan estos productos de alto riesgo para su sistema cardiovascular.
Adicionalmente, la carne no contiene fibra, que ayudaría a reducir los niveles de colesterol.
La dieta vegetariana—pobre en grasas y rica en fibra—asociada a modificaciones del estilo de vida—como el ejercicio y el dejar de fumar—, puede revertir el proceso de aterosclerosis.
El control de la hipertensión
Ya desde comienzos de siglo los especialistas en nutrición notaron que los que no comían carne mantenían una presión arterial más baja.
También se descubrió que simplemente dos semanas de dieta vegetariana bastaban para reducir la presión, independientemente de los niveles de sodio en la dieta.
La prevención de la diabetes
Los estudios observacionales muestran que la frecuencia de la diabetes tipo 2 es de 1,6 a 2 veces menor en los vegetarianos que en la población general.
Estudios clínicos demostraron que las dietas vegetarianas conducen a una mayor pérdida de peso y una mayor reducción de la glucosa en sangre en ayunas.
La diabetes dependiente de insulina puede ser controlada, y a veces curada, con una dieta vegetariana baja en grasas y ejercicio diario.
La dieta pobre en grasas pero rica en fibras y carbohidratos complejos permite una acción más efectiva de la insulina, con un control más fácil de los niveles de azúcar en la sangre.
En la diabetes insulino-dependiente, la dieta vegetariana no elimina la necesidad de inyectar insulina, pero permite reducir la cantidad de este medicamento.
Prevención de los cálculos renales y biliares
Se ha demostrado que la dieta vegetariana reduce el riesgo de formación de cálculos biliares y renales.
Las dietas ricas en proteínas, especialmente animales, inducen la eliminación por la orina de calcio y los ácidos oxálico y úrico, que son precisamente los componentes fundamentales de los cálculos renales.
De forma similar, se ha encontrado una relación entre la formación de cálculos biliares y la ingestión de grandes cantidades de colesterol y grasa, típica de las dietas cárnicas.
Prevención de la osteoporosis
Por razones semejantes, los vegetarianos tienen un menor riesgo de padecer de osteoporosis. Como los productos animales inducen la decalcificación del hueso, el comer carne favorece la osteoporosis.
La osteoporosis es menos común en países donde predomina el vegetarianismo, cuando se les compara con Estados Unidos, aun cuando en este último país el consumo de calcio es mayor.
Mejoramiento del asma bronquial
Un estudio sueco de 1985 mostró que los asmáticos que logran mantener durante un año una dieta vegetariana experimentan una dramática reducción en la frecuencia y severidad de sus ataques, y en su consumo de medicamentos. Veintidós de las veinticuatro personas estudiadas constataron una mejoría en su enfermedad.
Preocupaciones de la dieta vegetariana
Algunos se preocupan de que una dieta vegetariana no pueda cumplir con los requisitos nutricionales del cuerpo humano. La realidad es que es fácil mantener una nutrición adecuada, a través de una dieta vegetariana, que garantiza una cantidad suficiente de proteínas.
Además, no es necesaria una combinación especial de comidas para obtener las proteínas necesarias, pues cualquier combinación vegetariana lo garantiza.
Es cierto que la dieta vegetariana tiene menor contenido proteico que una dieta basada en carnes, pero esto es una ventaja.
El exceso de proteínas se asocia, con la formación de cálculos renales, la osteoporosis, y posiblemente con las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Una dieta basada en legumbres, granos, frutas y vegetales, contiene la cantidad necesaria de proteínas. No es necesaria la excesiva ingestión proteica de las dietas cárnicas.
Es fácil obtener calcio a partir de una dieta vegetariana, pues lo contienen muchos vegetales verde-oscuros y frijoles. Los granos, legumbres y frutas contienen una importante cantidad de hierro.
La vitamina B12
Quienes no comen nada de carne, huevos ni productos lácteos, tienen una mayor dificultad en obtener la necesaria cantidad de vitamina B12.
La bacteria que produce esta vitamina crece en la tierra y se encuentra entre las raíces, así que un vegetariano puede obtenerle ingiriendo el miso y el tempeh que se comen abundantemente en los países asiáticos.
La industrialización y normas higiénicas modernas han conducido a una reducción en las fuentes de vitamina B12, que sí abunda en la carne.
Son pocos los vegetarianos que desarrollan un déficit de B12.
Sin embargo, es mejor contar con una fuente adicional de la misma, para lo que se recomiendan cereales o leche de soya fortificados, o vitaminas.
Esto es especialmente importante para la mujer embarazada y la que está lactando.
La dieta vegetariana durante el embarazo, lactancia y para la alimentación del niño
Las necesidades nutricionales aumentan con el embarazo.
Se ha encontrado que la dieta vegetariana contiene todo lo necesario para un embarazo, pero que tanto las embarazadas como las que lactan deben suplementar su dieta con vitaminas B12 y D.
La mayoría de los médicos también recomiendan suplementos de ácido fólico y hierro en estos casos, pero los vegetarianos consumen una mayor cantidad de ácido fólico que quienes consumen dietas cárnicas.
Las mujeres vegetarianas sufren menos preeclampsia durante el embarazo, y producen una leche más pura después.
El análisis de la leche de una madre vegetariana muestra un menor contenido de contaminantes del medio ambiente.
Se ha encontrado que en las familias con alta incidencia de problemas alérgicos, si la mujer mantiene una dieta vegetariana durante el embarazo, logra reducirse la incidencia de alergia en su descendencia.
En las que se mantienen tomando leche de vaca, sin embargo, le pasan a su bebé lactante los anticuerpos de este animal, que provocan en el niño problemas alérgicos y cólicos.
Los niños logran una buena nutrición con la comida vegetariana, debiendo sólo cuidarse de administrarles un suplemento de vitamina B12. La dieta vegetariana prolonga la vida.
Los niños vegetarianos pueden crecer más lentamente y alcanzar más tardíamente la pubertad.
Esto es algo muy deseable para las mujeres pues la menarquia precoz es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer mamario.
Además, este más lento desarrollo infantil y puberal prolonga la expectativa de vida.
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Autor: Dr. Carlos Muñoz Retana
Actualizado: 30 de Octubre, 2018