Dieta factor protector del cáncer de próstata
Según la Organización Mundial de la Salud, tanto el consumo de tabaco y alcohol, la dieta no saludable y la inactividad física son los principales factores de riesgo para desarrollar diferentes tipos de cáncer
En cuanto al cáncer de próstata, la evidencia científica señala insistentemente en que la nutrición tiene un papel importante en la prevención de esta enfermedad y dentro de los factores alimentarios protectores se encuentran los siguientes:
Omega 3
Los estudios científicos señalan que la carne blanca de pescado, puede tener un papel protector ante el cáncer de próstata, esto se debe a su alto contenido de ácidos grasos omega 3 de cadena larga, los cuales, pueden disminuir la producción de unas sustancias llamadas eicosanoides inflamatorios relacionados con el cáncer de próstata, una dieta en la cual se incluye pescado más de 2 veces por semana se asocia a una reducción significativa del riesgo (40-44% menos) en comparación de los hombres que consumen pescado menos de dos veces por semana.
Los pescados azules o grasos como el salmón, la sardina, el arenque, la caballa, el atún, son una buena fuente de este tipo de omega 3.
Leer: Pescado azul y ácidos grasos Omega 3
Grasa monoinsaturada (grasa saludable)
Una dieta alta en grasa es considerada como el principal factor de riesgo alimentario para contraer la enfermedad, sin embargo, no todas las grasas son igualmente dañinas.
Las grasas monoinsaturadas (por ejemplo aguacate (palta, avocado), aceite de oliva y semillas como maní (cacahuate), almendras y nueces, no aumentan el riesgo, al contrario, según los investigadores este tipo de grasa tiene un efecto preventivo ante esta enfermedad.
Selenio
El selenio se ha vinculado como un nutriente esencial para la lucha contra el cáncer de próstata.
Una alimentación en la que se incluya alimentos (no suplementos) fuente de selenio como el pescado, mariscos, leguminosas (lentejas o arvejas y garbanzos) y nueces de Brasil, es una buena alternativa para contribuir a la lucha contra este mal.
Fibra
Una dieta alta en fibra puede tener el potencial clínico para reducir el riesgo cáncer de próstata, por lo que se recomienda consumir 5 porciones al día entre frutas y vegetales frescos y preferir el consumo de granos enteros como pan, avena y arroz integrales.
Con respecto a los vegetales, un dato interesante es que en un estudio de intervención dietética realizado en el Reino Unido en el año 2008, se encontró que un mayor consumo de brócoli (más de 4 porciones por semana, tomando como tamaño de la porción 2 racimos) puede reducir el riesgo de cáncer de próstata gracias a una sustancia llamada sulforafano.
Otro estudio realizado en ese mismo año en hombres australianos, reveló que el consumo de brocoli se relaciona con una probabilidad 25% menor de contraer la enfermedad.
Leer: Las propiedades curativas del brócoli
Licopeno
El licopeno es uno de los nutrientes más estudiados como agente protector del cáncer de próstata y otros tipos de cáncer como mama y colon.
El licopeno se encuentra en alimentos como la sandía, la papaya y el chile dulce, sin embargo, el tomate rojo es la mayor fuente alimentaria de esta sustancia.
En un estudio realizado en hombres iraníes, se halló que una dieta rica en tomate (lo que equivale a un consumo de más de 4 raciones por semana de 100g c/u de tomate rojo, 100g de tomate equivale al tamaño de una bola de tenis) se asocia con un riesgo de hasta un 67% menor de desarrollar cáncer de próstata.
Es importante resaltar que se recomienda que para lograr un mejor aprovechamiento del licopeno que el tomate se consuma cocido, debido a que el calor rompe las paredes celulares del tomate y esto hace que al cocerlo el organismo lo pueda absorber mejor; y para mejorar aún más su absorción, basta con agregar alguna fuente de grasa saludable, o alimentos fuente de vitamina C o E.
Por ejemplo: agregar limón (alimento fuente de vitamina C) a la ensalada con chile dulce, o bien, incorporar aceite de oliva a la salsa de tomate. Si escoje esta última alternativa el aceite de oliva se debe adicionar cuando la salsa ya esté lista, ya que si el aceite de oliva se cocina a altas temperaturas genera sustancias nocivas como los radicales libres y también, al cocinarse pierde su contenido de vitamina E.
Vitamina E
Diferentes estudios han demostratdo que la vitamina E previene la incidencia de cáncer de próstata.
Las principales fuente alimentarias de vitamina E son el aceite de oliva, maní, almendras, nueces, el brócoli, la espinaca y los espárragos, razón por la cual se recomienda incluir estos alimentos en la alimentación diaria.
Dra. Stephanie Cordero Araya
Nutricionista.
PRONUT Asesoría Nutricional.
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GeoSalud, 04 de agosto del 2015