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Enuresis

Control de la micción y defecación

  • El esfínter anal (deposición) se empieza a controlar a partir de los seis meses y el vesical (orina) a partir de los 16 meses. A los dos años la mayoría de niños ya puede controlar adecuadamente ambos esfínteres y por lo tanto debe poder "avisar".
  • La mejor manera de fomentar el control de los esfínteres es a través del estímulo y la gratificación. A partir del año y medio se debe colocar al niño sentado en una bacinica a una misma hora todos los días por espacio de unos diez minutos "así no ocurra nada".
  • Con el paso del tiempo, por coincidencia, ocurrirá la defecación o la micción espontánea en la bacinica. Este momento debe ser festejado (abrazos, cariño, aprobación, golosinas o regalo) para que el niño aprecie la alegría que este comportamiento suscita entre sus padres. Poco a poco, dicho evento se repetirá y se volverá una rutina.
  • A los tres años la mayoría de niños ya no "moja la cama". Si esta situación continúa se denomina enuresis.
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Enuresis nocturna

  • Se trata de la ocurrencia de incontinencia urinaria (micción involuntaria) durante la noche (y no, durante el día) por parte de un niño que tiene una edad en la que ya debería ser capaz de controlarla.
  • Ocurre en el 10% de los niños de cinco años de edad y va desapareciendo conforme el niño crece. Existe un 0,5% de adultos que aún la tienen.
  • Existen dos tipos:

  1. ENURESIS PRIMARIA: El niño nunca logró controlar la micción nocturna en sus primeros cinco años de edad. Se considera que la causa es una maduración retardada de los mecanismos de la corteza cerebral. Conforme crece el niño, disminuyen los episodios.
  2. ENURESIS SECUNDARIA o REGRESIVA: Ocurre en un niño que ya había controlado la micción nocturna y que repentinamente pierde esta capacidad. Muchas veces está ligada a factores emocionales (separación de los padres, violencia en el hogar, llegada de un nuevo hermano, muerte de un familiar, estrés frente a una situación nueva, etc.). Es, por lo general, intermitente y TRANSITORIA. Se resuelve mas facilmente.

  • Es tres veces más frecuente en niños que en niñas. Es común encontrar un antecedente familiar.
  • El niño debe ser visto primero por el médico para descartar algunas enfermedades (infrecuentes) que pueden causar esta situación:

    • Diabetes Mellitus
    • Enfermedad renal crónica
    • Anomalías congénitas de la médula espinal (columna vertebral)
    • Vejiga neurogénica
    • Infección Urinaria (sobre todo en niñas)
    • Anomalías congénitas del tracto urinario (uropatía obstructiva).

  • Luego que el médico descarte todas estas causas orgánicas el problema debe ser manejado por el sicólogo.

Vejiga inestable

  • Dificultad para controlar la micción durante el día y la noche acompañada de tenesmo vesical (urgencia para orinar), polaquiuria (muy frecuentes micciones), y a veces disuria (dolor o molestia durante la micción). En muchos casos existe estreñimiento (constipación) asociado.
  • Ocurre en el 15% de los niños que tienen enuresis. No existe una causa neurológica u orgánica. En la mayoría de los casos está asociada a un mayor problema sicológico (ansiedad por la burla de los niños, por su situación).
  • En este caso también se debe hacer inicialmente una evaluación médica para descartar las patologías descritas anteriormente.

Problemas episódicos de incontinencia urinaria

  • Se trata de una situación más frecuente que los anteriores. Muy asociada a infección urinaria.
  • Es frecuente en niñas que orinan con poca frecuencia (menos de tres veces al día). Ellas, al retener la micción, favorecen la distensión de la vejiga lo que favorece la aparición de infección en las vías urinarias.
  • Se encuentra un problema conductual que debe ser solucionado convenciendo a la niña de miccionar con mas frecuencia.

Que no se debe hacer?

  1. NO EXIGIRLE AL NIÑO NI COMPARARLO CON OTROS con respecto a la edad en que ya debería dominar la micción. Esto solo generará en el ANGUSTIA.
  2. NO CASTIGAR NI HUMILLAR AL NIÑO. En la mayoría de los casos es un problema autolimitado (va a desaparecer espontáneamente). El emplear el castigo o la humillación agravará el problema.
  3. NO SE DEBE USAR ALARMAS QUE DETECTEN ROPAS DE CAMA MOJADAS a menos que lo prescriba el médico. Su uso debe reservarse para casos sicológicos graves contando con la autorización del niño.
  4. NO EMPLEAR IMIPRAMINA (TOFRANIL®). Su eficacia es breve, produce acostumbramiento, tiene efectos adversos y efecto de rebote (al dejar de usarla se incrementan los episodios de incontinencia).
  5. NO PONER PIEDRAS CALIENTES O BOLSAS DE AGUA CALIENTE EN LOS GENITALES. En algunas regiones de América Latina se emplea esta mala costumbre que no soluciona el problema y puede provocar quemaduras de importancia.
  6. NO SE DEBE COMENTAR EL PROBLEMA DELANTE DEL NIÑO NI MOSTRAR PREOCUPACIÓN.
  7. EVITAR EL DESARROLLO DE UN CLIMA VIOLENTO EN EL HOGAR.

Que si se debe hacer?

  1. LOGRAR LA COLABORACIÓN DEL NIÑO. Pedirle que ayude a cambiar la ropa de cama mojada. Sin hacer comentarios y tomando las cosas con naturalidad.
  2. OFRECER UN PREMIO o CELEBRARLE cuando pasa una noche sin mojar.
  3. LLEVAR UNA CRONOLOGÍA DE LOS PROGRESOS DEL NIÑO. Mostrarle que "poco a poco está creciendo".
  4. NO DAR LÍQUIDOS FUERA DE LAS COMIDAS Y MENOS DE NOCHE.
  5. PEDIRLE QUE ORINE ANTES DE DORMIR ASÍ NO TENGA GANAS.
  6. De acuerdo a la edad del niño, explicarle que NO DEBE RETENER LAS GANAS DE ORINAR.
  7. Promover en las niñas que tienen infección urinaria con frecuencia, el DOBLE VACIADO. Este consiste en que luego de orinar, permanezca un minuto más en el excusado (retrete, "water") a fin de vaciar la orina restante.



 

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Autor: Dr. José A. Ponce Cevallos

​Actualizado: 5 de Enero, 2019

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